Nacido sordo
en el principio
no fue el verbo
tuvo que caer
el primer árbol
del primer bosque
para entender
qué fue lo que perdimos
dios me salve
del ruido
que se enrosca
en mis oídos
un hermano
dice que desea
haber nacido
sordo
y no necio
dios lo oiga
y lo salve
a él también
ulises atado al mástil
bien lo sabía
no son las sirenas
sino el zumbido
incesante
del motor del mundo
si tan sólo
se quedara mudo
qué curioso
que el silencio
tenga un nombre
hecho de sonido
y que susurre tan suave
y se goce tan deseado
como miga de pan
otro hermano
añora nadar
día y noche
en el vientre maternal
pero yo recuerdo
que ya entonces
me aturdían
noche y día
mis pensamientos
y mientras tanto
ruge en mi oreja
el rumor de las hojas
agitadas por la tormenta
y en la otra
entra un tren
que atraviesa
el cráneo nocturno
de una ciudad sin paz